Después de la despedida en las escaleras del Hospital San José, Candy regresó a Chicago con el corazón destrozado, pero semanas más tarde, una noticia cambió su manera de pensar y regresó a New York para recuperar, lo que por su precipitada decisión dejó en una fría noche nevada, pero no lo encontró en su departamento. En una carta depositada debajo de la puerta de aquel lugar, está escrito su futuro. Los personajes de Candy Candy no me pertenecen, son propiedad de sus creadoras Kioko Mizuki y Yumiko Igarashi...