-¿Owen? ¿Estás loco?- dije casi susurrando en aquel bosque frío y oscuro.
-Si un poco- dijo riendo- ¿Confías en mi?- dijo poniendo su mano para que yo la tomara.
Sus ojos azules me observaban de una manera inexplicable, mi corazón latía a mil.
En mi mente dije que no, pero mi boca reaccionó antes de que yo lo pensara dos veces.
-Si- dije como una boba enamorada y tome su mano sin apartar la vista de sus encantadores ojos.
El sonrió y puso su pie en una rama del enorme árbol, él me ayudó a escalar aquel alto árbol, cuando llegamos a la última rama, me senté en un hueco que parecía cómodo, Owen se sentó a lado de mi.
La vista desde ese árbol tan alto era increíble, era como si todas las estrellas se hubieran programado para estar brillando ahí, en esa misma noche, el me tomó de la mano y volteó a verme, el ni siquiera tenía que decir nada para poder ponerme nerviosa, una sola mirada de el servia.
En aquel árbol gigante, los dos sentados, las estrellas brillando como nunca, ¿podría a ver algo más perfecto que esto? En ese momento Owen Prescott, me besó.
Pero todo da un giro inesperado y eso me obliga a preguntar "Por Dios, ¿enserio creen que en los cuentos de hadas?" .