A la tierna edad de seis años, Madison Pearson ya deseaba vivir el cuento de una princesa, esa historia donde al final de la tormenta el príncipe siempre estaría luchando por ella, amándola.
Con el paso de los años, ella comprendió que la sociedad en la que crecía los cuentos de hadas escaseaban, más sin embargo ella nunca perdió la fe. Es a los dieciocho años cuando conoce al prototipo idea de su príncipe azul: Darren Blake
Darren parece encarnar y representar todo los requisitos que su príncipe azul debe tener, solo que mientras vivía su cuento de hada ella no sabía un detalle de dicho príncipe: la importancia de esté en Londres, la familia de donde venía y los problemas de diferencia sociales que existían.
Con intervenciones de terceros, desesperanza y la inocencia que posee una adolescente de dieciocho años, ella decide dejar atrás a Darren, precipitándose a una decisión que los lastima.
Cuando Madison piensa que su cuento de hadas no podía ser más diferente al de su fantasía, entonces descubre algo: esta embarazada.
Embarazada y sin Darren, esa es la realidad de su cuento.
Es cinco años después, con una elocuente y curiosa niña de cinco años que Madison y su príncipe se topan una vez más, solo que ahora todo es diferente: ella tiene una hija y él una prometida.
Hay algo que Darren no sabe, Annie es parte de él, es su hija. Es entonces cuando la circunstancias del destino de Darren y Madison depende de decisiones difíciles que desencadenaran el final de su cuento, solo ellos deciden si tendrán su final feliz.
Freen era una omega bastante rara para la personas aquellas decían que era un poco más alta para ser una omega otros que podría dar miedo si te miraba y algunas personas solo quedaban enamorada de verla aunque para Freen todo era normal pues siempre era amable y nunca se enojaba atenta con sus seres queridos era la chica perfecta como sus padres solían decir.
Becky una pequeña omega tan hermosa como la primera nevada era una chica responsable y cuidadosa con todo lo que hacía vive esperando a que aquella omega aparezca una vez más a su vida pues recuerda que alguien la salvó cuando era pequeña más no recuerda su rostro así que vive con la ilusión de que algún día aparecerá.
Pero ¿Qué pasaría si la persona que espera aparece en último año de universidad? ¿La reconocerá?