Hace muchos años atrás ocurrió un accidente que cambió mi vida por completo, sobre todo, porque toda la culpa cayó sobre mi, aún siendo inocente. No fue fácil alejarme de mi familia, pero ellos así lo quisieron, enviándome a un internado ya que yo era menor de edad. Fui creciendo con personas que nunca jamás, llegué a conocer, siempre mantuve distancia, mi arrogancia me separaba de ellos. No podía ser feliz, no podía sonreír, pero tampoco podía llorar, porque dolía tanto, que llorar no servía para nada, no aliviaba el dolor, no accedía el perdón.
Los años pasaron y me di cuenta que, todo estaba planeado, mi llegada al internado, no fue casualidad. Solo hubo una excusa, "el accidente y la muerte" nada era cierto, lo único cierto, es que por un accidente, no pude volver a caminar. Y es aquí, donde todos los días despierto, luchando contra el dolor.
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Buenas, chicos y chicas que esperan con ansias esta obra. Primero que nada, quiero agradecerles por la espera y por la paciencia que han tenido. Por segundo, agradecer a especialmente a esa persona que estuvo allí, animandome a escribir el prólogo. Tercero y último, perdonen el vocabulario de Linsay, ella es así.
Disfruten esta obra. Los espero en el final inesperado. ✌😎