Un reloj puede detallar la cantidad de veces que la aguja fue girando, como un corazón la cantidad en desilusión. Llenado por la lluvia y haciendo un trato con el cielo, pude de bajar una estrella de las que impactaban en mis pupilas, la luna llorando me contó un secreto: "te regalo una estrella, ni el sol pudo enamorarla, ni la vía láctea impresionarla. Entre mis manos hallé infinitas oportunidades, entre el volumen de nuestros deseos existieron pocas soluciones.All Rights Reserved