Caos. Esa simple palabra, esas cuatro letras, definen perfectamente la vida de Lis desde que murió Ainhoa, su hermana gemela.
Según el diccionario, la palabra caos significa: confusión y desorden. Y así es exactamente como se siente: confusa porque nunca antes había estado sola; desordenada porque todo lo que una vez fue conocido, ha cambiado por completo.
Pero no está dispuesta a rendirse, así que, en un intento por retomar las riendas de su vida, decide irse a vivir con su hermano mayor a Barcelona, lejos de todo lo que la tortura y le impide avanzar. Su intención es conseguir sobrellevar la muerte de su hermana, pero el destino le tiene preparado algo totalmente inesperado...
En Barcelona la espera Yon, el sexy y mujeriego amigo de su hermano, con el que se lleva dos años. La atracción física es evidente desde el primer día, y ninguno de los dos intenta ocultarlo; pero Lis acaba de salir de una relación y no quiere comprometerse, y Yon está luchando contra sus propios demonios. Pese a todo, no pueden evitar buscarse, provocarse, y caer en la tentación una y otra vez. Para colmo, Yon es la primera persona que consigue deshacer el nudo de sentimientos que atormenta a Lis. Nunca nadie la había entendido, nadie la había escuchado, ni siquiera su mejor amiga había permitido que se desahogara; y que alguien haga algo así por ti, tiene consecuencias...
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