(capítulo único)
Sus pies se arrastraron por el suelo de mi apartamento, como si le pesaran de momento ante el saber de lo que yo acababa de aceptarle, y lo que ella acababa de precensiar. Sus ojos se pasearon por el suelo, en busqueda de las palabras correctas para expresar lo que de verdad pensaba acerca de eso. Sus labios se abrieron, pero no salieron palabras. Yo solo me mantuve en mi lugar, observándola, preguntándome si alguna vez la volvería a ver de esa forma.
- Un beso...es un acto muy...- dijo ella finalmente, pero no terminó te hablar antes de apretar sus labios.
Conocer a Usagi Tsukino había sido tal vez una de las únicas cosas que no sabría poner en orden. No sabia si era algo bueno, o algo malo. Lo único que sabía bien era que en aquel específico momento sentía mi corazón saltar en mi pecho con desesperación, con nervios que nacían solo con ella y que ahora jugaban con mi cabeza y mis emociones al verla allí. Aunque aquello se había hecho algo normal, verla frente a mi en silencio me estaba haciendo doler el corazón.
Sus palabras me generaron duda. Un beso era un acto ¿qué? ¿Un acto normal? ¿Uno decente? ¿Una falta de respeto? ¿Algo privado? ¿Valioso? ¿Acaso ella veia un beso como algo fuera de lugar? Quería saberlo, y no solo por el hecho de que quería que terminara la oración, pero por que quería saber qué haría cuando lo hiciera. Cuando me dijera que le parecía.
Yo definitivamente no sabia como verlo, mucho menos en nuestra situación, pero lo supe un poco luego...mientras sus pies se acercaban a mi y la levantaban para hacerla llegar a mi altura...