Verlo despertar era mi parte favorita de la mañana, sus pestañas largas y finas daban un bonito toque a sus ojos ligeramente rasgados, y lo mejor de todo eran sus preciosos ojos verdes que a la luz del día se veían aún más brillantes, de ahí dábamos paso a la boca, esos labios finos que podían llenar con tan solo una sonrisa de esos dientes blancos y perfectos. No lograba entender por qué de todas las mujeres hermosas e inteligentes del mundo tenía que ser yo la afortunada, la vida nunca me había dado cosas buenas, sin embargo, desde que llegó el, desde el momento en que nos dimos cuenta de que estábamos enamorados, parece que mi vida dio un giro y se volvió más interesante, y en parte, satisfactoria.
Elliot Jensen and Elliot Fintry have a lot in common. They share the same name, the same house, the same school, oh and they hate each other but, as they will quickly learn, there is a fine line between love and hate.