¿Cómo alguien tan perfecto, tan guapo, podía ser tan frío, tan… nada? Nada, ése era el apodo que sus compañeros de escuela le dieron a Luke Hemmings. Callado, estático, un cero a la izquierda. No querrás enredarte en las garras de la nada misma, ¿O sí, Isabella?Evangeline AndersonAll Rights Reserved
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