Mi padre le debía a la mafia y yo fui el pago. Desde ese día el mafioso se adueñó de mi cuerpo y de mi vida. Una sonrisa ya no se reflejaba en mí rostro, mi cara era adornada por moretones. Torturas, humillaciones y violencia es lo que conozco desde que él se adueñó de mí. Escapar? Claro que lo intenté. Y él dejará irme algún día?