Sin Rumbo.

Ella escribe, descarga en versos su sentir.
Nadie lee su poesía, nadie le dice cuan maravilloso es lo que escribe.
Ella se enoja, odia no ser escuchada.
Nadie la consuela, nadie le dice cuan ondo cala su poesía.
Ella sigue escribiendo, pero no con ese toque que la hace ser ella.
Él recoje su cuaderno, Lee sus poemas.
Ella le quita su cuaderno, lo aleja.
Él la persigue, le insiste para que alguien más lea sus versos.
Ella se niega, pero le da el poder de destruirla.
Él la acompaña, le regala sus palabras.
Ella confía, deja que aquel chico vea lo que escribe.
Alguien revela su secreto, alguien la destruye.
Ella llora, grita y rompe sus poemas.
Nadie la consuela, nadie le repite lo que esos poemas eran, maravillas.
Ella se desespera.
Ella corre.
Ella vuela.
Nadie la sigue.
Nadie la consuela.
Nadie la apoya.
Ella muere estando viva.
Ella desea no existir.
Ella no tiene rumbo.
Todos se ríen.
Todos se burlan.
Y entre ellos, está él.