Todo el mundo tiene un secreto que ocultan por diferentes motivos: por temor, por vergüenza, para proteger a otros, para evitar decepciones, por no tener solución, por reputación, por no ver necesidad de que otros se enteren de sus errores, etc. Y Japón tenía uno, uno que todavía no sabía en que categoría colocar. Venezuela simplemente podría dejarlo en paz pero para un fanático de las películas de crímenes con misterio y suspenso... No podría dejarlo pasar.