Érase una vez,
hace un par de errores atrás,
estaba en tu mira,
me tuviste sola,
me encontraste,
me encontraste,
me encontraste,
supongo que no te importaba,
y supongo que me gustaba de esa forma,
y cuando me vine abajo,
te tiraste hacía atrás,
sin mi,
sin mi,
sin mi,
y él ya no está,
cuando está al lado mío,
y me doy cuenta,
que la culpa es mía,
sabía que serías un problema cuando entraste,
así que es mi culpa ahora,
me llevaste a lugares en los que nunca había estado,
así que me humillaste,
sabía que serías unproblemas cuando entraste,
así que es mi culpa ahora,
me llevaste a lugares en los que nunca había estado,
así que ahora estoy tirada en el frío y duro suelo,
problema,
problema,
problema,
problema,
problema,
problema,
sin disculpas,
él nunca te verá llorar,
finge que no sabe que es por él,
me ahogaste,
me ahogaste,
me ahogaste,
escuche que ya superaste los susurros por la calle,
una más de tu colección,
es todo lo que soy,
y ahora veo,
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.