Yugi y sus amigos van a casa de Bakura en Halloween y este les invita a jugar al juego de la copa. Para su desgracia, si invocan a un espíritu, el cual es una mamá que murió joven, dejando a sus pequeños abandonados y sin protección. La copa se rompe y el espíritu queda en casa de Bakura. La única manera de que se vaya es encontrar a sus hijos y que estos le digan que esta perdonada.