Dicen que los lazos que te atan a otra persona es lo que te define, y mucho más si estos son los llamados de sangre. Pero... ¿acaso no hay vínculos más profundos y sinceros que otros? ¿Acaso se puede reparar lo que nunca ha estado unido? Madre no hay más que una. Y eso, Shinachiku y su padre, Naruto, lo tenían más que claro. Sakura Haruno había renunciado, tiempo atrás, a lo más valioso que tenía en el mundo, y todo por egoísmo. Ahora, el karma le ha devuelto el golpe con el triple de fuerza, y solo le queda armarse de valor para regresar a su ciudad natal a remendar ese trágico error. Ella sabe que no será fácil, pero por enmendar el dolor y el daño causados, tiene que ser fuerte. Aunque sea ella la que acabe quebrada en miles de pedazos.