Hubo un tiempo en que los humanos que llegaron a someter al rayo y con él derrotaron a su mayor enemigo: los dragones. Ahora aquellos que fueron capaces de dominar los elementos a voluntad ya no existen y, con ellos, todas las reliquias que construyeron. Ese en ese momento cuando han despertado. Unos seres míticos, titánicos y proféticos.