Scott, detestaba su nuevo instituto. ¿A quien se le ocurría cambiarlo en su último año escolar? Solo a sus padres, al parecer. Claramente ser el mejor de la generación académicamente no era suficiente, no era suficiente tener su promedio lleno de "10" o ser siempre el top 1, no era suficiente desperdiciar toda su adolescencia en memorizar fórmulas que no iban a servir en el futuro. No era suficiente como para que sus padres cumplieran su único deseo, que era que no lo separen de sus únicos amigos Jeremy y Fritz. Obviamente un par de créditos extra para la universidad eran más importantes que la felicidad y salud mental de su hijo. Así que ahora estaba obligado a pasar su último año de secundaria lejos de las personas que siempre había conocido, para estar al lado de un montón de niños ricos con uniforme, ¿qué otra cosa podría salir mal?All Rights Reserved
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