Eramos dos pequeños que no sabían nada de la vida, solo por algo tan simple cruzamos caminos; con el paso de los años formamos nuestra amistad al igual que aquel sentimiento que ninguno admitió cuando era el momento. ¿Me lastimaste por placer o para protegerme? Es la pregunta que me he hecho desde aquel día en que, tomamos caminos diferentes, el día que ambos rompimos... NUESTRA PROMESA.