Mariana Hounteved.
Cuando apenas la joven Mariana cumplía sus 16 años, al bajar del lujoso auto de su padrastro, unos hombres le tapaaron los ojos y la boca, inmovilizándola.
El 18 de Junio de 2013, Mariana Hounteved, fue secuestrada.
Sus padres la buscaron día y noche, sus amigos lloraron y oraron por ella. Pero ella estaba atada un silla, con un jarrón de agua y la boca vendada, cabizbaja mientras escuchaba las conversaciones de los secuestradores desde aquella disturbia habitación.
1 año pasó exactamente, hasta que la liberaron. Mariana salteó las primeras semanas de clase, pero al sentirse recuperada... quizo regresar a su actividad rutinaria. La de antes.
Cuando entra en el aula, sus compañeros la observan asombrados por lo que ven, y a la vez horrorizados haciéndose una idea de porqué Mariana tiene una cicatriz en el cuello de 10 centímetros; y un corte detrás de la oreja de unos 4 centímetros, y de ancho, 1 centímetro.
Pero alguien la observa más de lo debido. Son aquellos ojos negros, que ella no conocía. Que la comen con la mirada, que no la deja ni un momento. Y ella aún sintiéndose incómoda, no sabe quien es.
Pero él, mas que nadie, sabe quien es ella.