“Eres preciosa, no tienes por qué condenarte de esta manera." Cuarenta y nueve letras, diez palabras, una simple frase que lo cambió todo. Porque, ¿quién me iba a decir a mí, Amber Lee, que después de todo lo ocurrido en este séptimo curso vendría precisamente él a trastocarlo absolutamente todo y a poner mi vida patas arriba?