7 parts Ongoing La lujuria y el placer son considerados pecados ante los ojos de Dios, algo que un ser humano no debería experimentar por voluntad propia, sino al momento de servir para lo que hemos sido mandados a este planeta. Y las cosas son claras, únicamente han de experimentarse entre hombre y mujer, cualquiera que no cumpla esta normativa es un enfermo.
Todos deberíamos ser servidores del señor, y ser feliz dentro de los límites que implica el no ser "un pecador", o al menos eso siempre le enseñaron a Younghoon y a Chanhee desde que eran pequeños, y era lo que escuchaban cada Domingo por la mañana, mientras la iglesia estaba repleta de cantos, oraciones y conversaciones entre los hombres del hogar, y ellos jugaban a correr a través de los asientos de madera de la construcción.
Pero ellos habían sido escogidos para pecar, para hacer crecer entre ellos el fruto de lo que sería la enfermedad más abominable. Su amistad había florecido en amor, una flor preciosa y delicada, que aunque intentaran quitar de raíz, tal y como si fuese maleza, no desaparecía, al contrario, parecía que con cada lágrima, ésta crecía más y más.
Ambos eran hijos del pecado, y estaban destinados a serlo.