CAPÍTULOS MARTES Y VIERNES Una caja. Sí, así comenzó todo, porque soy torpe, no se empacar y mi vida es un desastre en este momento. Por una caja él se interesó en mí, por una caja dejó de verme como la niña a la que todos protegen, por una caja comenzó una experiencia, un juego, un secreto, una aventura ilícita y un amor prohibido no correspondido, luego llegó la gira. En la gira tuve felicidad, tuve sueños, tuve un secreto que no podía confesar a nadie, algo que me guardaba para mi en donde aparentábamos ser apenas conocidos mientras nos escabullíamos cuando teníamos la oportunidad porque por más que decía que no me importaba mi lado real, el de la Pia que siente y ama con fuerzas, no había desaparecido, solo estaba encerrado y me negaba a confesar lo que sentía. Estaba atrapada y en medio de todo me descubrí por medio de él, y aunque yo no era su todo puede explorar más de lo que conocía. Él me mostró un mundo lleno de colores y experiencias que nunca creí poder vivir. La verdad es que me metí en problemas, corrí directo a ellos sin miedo a las consecuencias y sin escuchar lo que todos a mi alrededor decían, porque es cierto eso de que sí juegas con fuego te quemas y por más que estaba ardiendo no quería alejarme. En un concierto terminó todo, en ese mismo concierto lo perdí y por más que me gustaría que hubiera corrido detrás de mí no lo hizo, por el contrario rompió mi corazón y creí mintió a mi alrededor. Lo triste de todo es que él nunca mintió, él nunca hizo promesas que no iba a cumplir, pero en mi cabeza había otra historia, una en que algún día todo sería confesado, pero por más que lo deseaba, ese no era él, quien juraba estar roto y no poder amar. Así es como por una caja no sólo amé, sino que fui feliz, pasé un duelo y luego me recuperé en el proceso. La pregunta que todos deben tener en este momento es ¿qué había en esa caja?
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