¿Nunca pensaron en venderle su alma al Diablo por conseguir todo lo que quieren en la vida? Yo sí, lo pensé y lo hice. Pero, ¿Qué pasa cuando te terminas enamorando de él? No solo se lleva tu alma, sino que tu corazón también. La cuidad, es el centro de la perdición. El deseo reacciona en medio de ese lugar lleno de luces, ruidos y ambiciones. Una ciudad como Seúl, tiene todas esas características. Una chica como yo, llena de deseos, ambiciones y expectativas tiene todas las posibilidades del mundo aquí. Dicen que la noche de Seúl es una de las mejores del mundo a la hora de dejarnos vernos como somos. No lo sé, pero presiento que algo sorprendente pasara en mi vida, algo inimaginable.