Soy Celia Martínez y tengo 15 años. No soy una chica corriente, tengo un humor muy cambiante, que me gusta montar en skate, hacer deporte, tocar la guitarra, comer... Será por la influencia de mi hermano mayor Jake solo tenía dos años más que yo y eramos distintos por fuera e iguales por dentro.
Después de que mis padres se separaran, mi mundo se vino abajo. Me quedé con mi madre y mi hermano. Después de tres años mi madre se quedó en paro, y por suerte los padres de mi mejor amigo le ofrecen un trabajo a ella.
El lado malo es que nos tuvimos que mudar a París y el lado bueno era que no dejaba a todos mis amigos y amigas ya que mi mejor amigo y sus padres también se mudaban a París.
Presentía algo grande en este cambio de mi vida, pero en el primer día de instituto...
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.