Allison era una linda chica aparentemente común, llevaba una vida ordinaria junto con su familia y amigos. Tenía secretos, pero... ¿Quién no los tiene? Estaba ligeramente obsesionada con dos personas: Ethan y Lauren. Eran sus deidades. Nunca se acercó por miedo a ser rechazada, prefirió mantenerse en las sombras observando, creando historias en su mente donde ambos la amaban y aceptaban en un perfecto triángulo amoroso; eso no lastimaba a nadie. Estos dos sin ser conscientes del demonio que en realidad era, deciden acercarse. Pobres... no saben lo que les espera.