Tengo está loca idea de hacer perdurable, a través de letras, mi historia con ella. Como queriendo que no se pierda entre la neblina del olvido, entre el pasar del tiempo y su enorme despiste; tan solo quiero que no solo viva el recuerdo en mi memoria y en escasas personas que nos observaron de cerca. No voy a mentir diciendo que todo fue bonito, porque no todo lo fue y es parte de la vida, de ese proceso que llaman "crecer"; sí diré que ha sido una de las mejores experiencias que elegí vivir, valorando el tiempo compartido, las largas conversaciones, los gritos (de placer, frustración, alegría, rabia y tristeza) al teléfono, la fluidez ilimitada, la complicidad de nuestros gestos y miradas, la simplicidad e inmensidad de nuestros sentimientos, la profundidad de cada paso que dimos, los interminables amaneceres que fueron testigos de las despedidas sin descanso y las sonrisas llenas de plenitud, ese insomnio que compartimos y combatimos, de las crisis superadas sin importar la distancia de kilómetros que separaron solo nuestros cuerpos, esos susurros que tanto placer ocasionaron, los roces entre 2 y 3 de la madrugada que nos dieron una clase magistral que creo hemos sabido aprovechar, de ese salto al abismo...el cambiar de la tormenta, la persistencia de la llovizna, el arrebato de celos, las disculpas que no fueron válidas y sus 'perdóname' que me persiguen.
Acompáñame a conocerla a través de mi criterio de realidad. Te invito a conocer, paso a paso, la manera tan absurda en la que me enamoré de ella, la manera en la que nos hicimos daño y nos dejamos sangrar sin esperar que la herida sanara para volver a herirnos, con mayor profundidad. Quédate, bajo tu propia responsabilidad, averiguar cómo termina la historia y me dices que te parece el desastre tormentoso, ancestral, transcendental y de otro mundo en el que se convirtió nuestra historia.
Y a ti, que probablemente leas esto: Gracias por ser el fragmento favorito de mi historia personal.All Rights Reserved