En esta novela tenía ganas de mezclar el género fantástico, la ciencia-ficción y la novela negra... En un relato oscuro y frío, iluminado tenuemente por la llama de una vela, que poco a poco va diluyendo las sombras para llevarnos a una cálida claridad. En Toledo todos recuerdan la desaparición del pequeño Izan, ocurrida en los años 90. Aunque han pasado más de veinte años, el teniente de policía que trabajó en aquel caso cuando aún era sargento, lo recuerda muy bien. Justo cuando llega un viejo y decrépito circo a la ciudad, se produce la desaparición de la pequeña Marta. Pese a tratarse de un circo de Freak, ni si quiera sorprende o dan miedo a los más pequeños. El forzudo, el hombre más fuerte del mundo, la mujer que regreso de entre los muertos e incluso Nikola, el mago y dueño del circo, son ahora tan viejos, que su actuación es penosa, lo más que consiguen es despertar en el público, indignación y risas sarcásticas... Alex, el joven que vive con su anciana tía, recibe dos invitaciones especiales, para asistir a la función de esa misma noche... A los cuatro años incendió sin querer la casa de su abuela y lo ingresaron en un internado. Fue su tía quien se hizo cargo de él, lo sacó de aquel siniestro lugar y se lo llevó a su casa. Desde niño imaginaba que un monstruoso y siniestro animal le acechaba. Aquella antigua pesadilla retorna. Pero ahora son varios los que han visto a esa criatura rondado las calles de la ciudad entre las sombras nocturnas. Para mi niña de ojos castaños, siempre te estaré esperando
2 parts