Un ángel y un demonio fueron enviados a la tierra como sacrificio de paz, El contrato estaba firmado, las reglas puestas y los santos muy confiados. Pero El rey de las tinieblas tenía en mente romper con todas las reglas de este, y acabar con los seres puros. El tablero estaba en el centro, los jugadores listos, solo faltaba mover las piezas adecuadamente y él, tenía la mejor pieza.