Llorar es sano, es la forma más rápida de darle libertad al alma. Nacemos del llanto y del dolor. Aprendemos cuando tropezamos y dejamos que las lágrimas nos limpien las heridas. Esas gotas de agua salina entienden a sus dueños mejor que nadie, saben cuando no deberías seguir aguantando una carga solo y te obliga a pedir ayuda a tus amigos. Todos deberíamos agradecer a la tristeza por depurar nuestro dolor, todos menos Jimin. Jimin, es el muchacho más llorón que puedes encontrar, tan difícil de amar o eso lo han hecho sentir. Todo le rompe el corazón, el vaso donde se arremolina el agua se hace tan grande que lo ahoga y nadie lo soporta, o eso es lo que le han hecho sentir. Sólo quiere ser amado tanto como se puede amar a alguien como él.