La primera vez que Danae se topó con Soren, fue al tirarle accidentalmente un cubo lleno de pintura rosa chillón, por lo que digamos que su comienzo no fue uno de los mejores. La segunda vez tampoco fue acertada, ni la tercera, ni las sucesivas veces en las que se encontraron. Cada vez que Soren coincidía con Danae, parecía que toda la mala suerte posible en el mundo se amontonaba en forma de tornado, y le dejaba cao al pasar. Su mejor opción: evitarla y alejarse toda la distancia que pudiera. Sin embargo, el destino es caprichoso, y los amores prohibidos tienen predisposición a suceder, al igual que los polos opuestos de un imán desean unirse para estabilizar sus cargas. AVISO: esta es la secuela de ¿Me dejas besarte?, sin embargo, NO hace falta leer el primero para empezar este. Espero que os guste, CortanaReal