No hay imposibles para Lana Miller, siempre quiere salirse con la suya, y en muchas ocasiones lo consigue, llegando a ser la excepción a todo si se lo propone. Cómo al "Yo nunca voy a enamorarme" de Lucas Dawson, su atractivo vecino, que a parte de ser un pequeño dolor de cabeza para Lana, también es el hijo mediano del mayor enemigo de su padre.
Todo da un giro en sus vidas cuando los hermanos mayores de ambos, empiezan una relación. Los secretos familiares emergen del olvido. Unas misteriosas y extrañas cartas pertenecientes a sus abuelos, salen a la luz, y el oscuro pasado de las familias envuelve a los Dawson y los Miller de una intrigante energía y atracción.
Un verano lleno de experiencias y sentimientos nuevos, un pasado que conecta a ambas familias, un amor que parece cambiarlo todo, las ganas de ir a por más, los desafíos, la rabia, el poder, los secretos que empañan la vida amorosa de estos hermanos, y un futuro incierto y lleno de complicaciones que acabará por pasar factura en la relación de los protagonistas.
¿Puede el amor entre los hermanos Miller y Dawson, cambiarlo todo?
Su destino ya está escrito.
Mientras los secretos más oscuros de la Casa Blanca emergen, Jennifer y Barron se encuentran atrapados en una red de poder, mentiras y traiciones. Él debe decidir si seguirá siendo el hijo obediente o se convertirá en la voz que su país necesita. Ella deberá aprender a sobrevivir en un mundo donde la verdad es la mayor amenaza.
En un escenario donde el amor y la justicia parecen imposibles, dos almas opuestas luchan por ser libres, aunque eso signifique enfrentar al mismísimo presidente.
Cuando el poder y el corazón entran en conflicto, ¿qué estarán dispuestos a sacrificar para encontrar su propia verdad?