Después de su regreso a la Tierra y de aceptar su condena en el exilio. A diferencia de otro irken fastidioso y obstinado, Tak se resigna a asistir a la escuela superior, sólo para pasar el tiempo y de paso aprender las extrañas costumbres de los humanos mientras planea qué hacer después. Lo que no esperaba era encontrar un habitante soportable en ese planeta, y mucho menos alguien que la pudiera instruir en ese nuevo pasatiempo suyo de lectura. DaTr.