La pluma favorita de Daniel desapareció sin dejar rastro, y aunque regularmente no significaría mayor problema, para el neurótico escritor es el fin del mundo, enfrentándose al desafío de crear de cero una nueva novela en menos de dos semanas, con la presión de su representante y el bloqueo creativo, cuando de pronto recibe el mensaje de texto que cambiará su vida. A la par, al otro lado de la ciudad, a Susana le roban el poco dinero con el que debía llegar a fin de mes, sumándose a la depresión que enfrenta desde la partida de su novio, ayudando sin querer al novelista.