No me da vergüenza decir, que soy emigrante, no me da vergüenza decir, de donde soy.
Se que no es facil salir de tu tierra, lo vivo cada instante de mi vida, cuando decidí partir del lugar, donde deje todo lo que amo, familia, amigos y él cálido ambiente de sus paisajes.
Muchas veces cierro los ojos y me imagino estar en mi hogar,viajando en él tiempo para conseguir un poco de paz o la tranquilidad que solo puedo encontrar en mi mente.
Desde que salí de mi tierra, él miedo se apodero de mi, y no tuve él valor de voltear a ver lo que dejaba, solo respire, y me arme de fuerzas y seguí.
Solo mi Dios sabia que iba a ser de mi, ya que mi fe estaba puesta en ėl, porque no sabia con que me iba a encontrar.
Personas desconocidas, otros conocidos no volvimos familias con él tiempo, debido a que ya las de sangre no estaban a nuestro lado.
Aun crecen las ganas de volver, abrazados al silencio, viviendo del recuerdo y colgando fotos en la pared.
fotos que nos permiten viajar en él tiempo,
recuerdos que solo viven en tu mente,
mente que funciona como un "videocase"que lo puedes reproducir una y otra vez.
Así somos los emigrantes, y no me da vergüenza decirlo.