Gott ist tot, Dios ha muerto. Eso decía la gente a viva voz, antes de que el mundo colapsara. Antes de que las criaturas ocuparan las calles de la ciudad, y desmoronaran el mundo antes conocido. Charles Becàud es un fugitivo de guerra, un proscrito, un desechado del mundo y la sociedad. No tiene esperanzas en nada, y nadie tiene esperanzas en él. Gott ist tot, se repite, en voz cada vez más baja. Siente que va perdiendo la cordura, y los recuerdos se le distorsionan. ¿Es alguna vez quién dijo ser? Hasta que, de pronto, ocurre algo que podrá cambiarlo todo.