Otra noche más, otra noche en la que me siento como una basura, en la que soy utilizada como un trozo de tela... Un trozo de tela que es desechado una vez que no sirve... Una noche tras otra, desde hace muchos años soy utilizada para satisfacer sus malditas necesidades, y esta noche no es la excepción, en la obscuridad de mi cuarto, puedo escuchar como abre lentamente la puerta de mi habitación... cierro mis ojos con tanta fuerza, como si eso fuera a evitar el hecho de que esta aquí otra vez como todas las malditas noches, puedo sentir como se hunde el extremo del colchón cuando se acuesta justo a mi lado, sentí como se me erizo mi piel cuando aparto la sabana de mi cuerpo y pude sentir el frió de la noche junto a su mano tocando mi cuerpo...
Recuerdo el día que mi padre nos abandonó, tenía tan solo 5 años, y no paso mucho tiempo cuando mi madre metió a su maldito novio a la casa que papa nos dejó, cuando cumplí 8 años fue la primera vez que vino a mi habitación, estaba tan asustada no sabía si gritar o guardar silencio... esa noche solo guardé silencio mientras el tocaba cada centímetro de mi cuerpo, como tocaba mi intimidad... Yo solo podía llorar y pedirle que me dejara que no me tocara más, que me estaba lastimando, pero a él no le importo nada, el continuo lo que estaba haciendo, cuando acabo simplemente se levantó y se fue de mi habitación... Cuando al fin me dejo sola, me puse de pie y me encerré en el baño de mi habitación, esa sensación de suciedad no me la pude quitar con nada, me bañé durante horas, pero nunca se iba ese sentimiento de suciedad, esa noche, fue el inicio de mi maldito infierno.