Me encontraba rodeada de una oscuridad sombría, mi cuerpo se paralizo y mi mente trataba de asimilar lo que me estaba pasando, mis manos sudaban, y un frio escalofriante envolvía mi piel, mi respiración se encontraba crujiente, podía escuchar murmullos que repetían mi nombre una y otra vez.
-iris iris iris iris iris iris...
Quería mover me y gritar pero no me era posible, algo impedía que yo lo hiciera.
Entre la oscuridad emergió la forma de un hombre alto y delgado. Acaricio mi rostro con sus dedos largos y fríos, al contacto todo mi cuerpo se sacudió, no podía ver su rostro y estaba segura de que no quería verlo. Él camino a mí alrededor y me olfateaba como un perro en busca de su hueso. Cuando por fin dejo de olfatearme se paró justamente delante de mí, y su cuerpo se acoplo según el tamaño del mío. En ese instante pasa un destello de luz a mi espalda y pude ver el rostro de aquel hombre. Parecía que le hubieran arrancado la cara y que se la hubieran cosido en equis. Era aterrador.
espero les guste.