Dicen que cuando un omega pierde a su pareja predestinada es incapaz de volver a enamorarse. Mafuyu se niega a dejar ir a Yuki, aferrándose a él y a su guitarra. Uenoyama es un beta quien por mera curiosidad empieza a ayudar al omega, comenzando a caer en un amor unilateral. Dicen que un beta y un omega no pueden estar juntos y que un omega marcado es un omega perdido. Cegado y asfixiado por las nuevas emociones que le provoca Mafuyu, para Uenoyama esas palabras no le impedirán ir contra el destino.