«El brillo puede apagarse, la esperanza y la fe pueden acabarse, y aún así el espíritu y el alma se unen aferrándose a la vida, rugiendo con ferocidad para no quebrantarse, luchando con monstruos internos que a simple vista no se ven, sobreviviendo a la oscuridad que amenaza con consumir la poca luz que prevalece en la adversidad, mientras que con todo tu ser te aferras al derecho a sanar que te implora el alma» B. Hauser.