El pequeño pueblo de Triberg se ubica en el centro de un frondoso bosque repleto de vegetación y fauna. La tranquilidad abunda en las calles y los habitantes sonríen amablemente las veinticuatro horas del día, atrayendo a los turistas a éste diminuto conjunto de hogares. Pero, a pesar de que los inmensos árboles y los hermosos rayos de sol que reflejan en el lago como brillantes diamantes, hagan de Triberg un hermoso paraíso, la realidad es tan tétrica y macabra como mi muerte. La tranquilidad de las calles refleja el miedo que trae consigo la noche. Los habitantes sonríen intentando esconder un gran secreto. Y los turistas no son más que presas a punto de ser devoradas. Pero, dime, si mueres y un extraño joven te da la oportunidad de volver a la vida y acabar con la persona que te destrozó hasta los lugares más fuertes de tu alma, ¿Lo tomas o lo dejas?