Toda esperanza había muerto, por culpa de decepciones, desilusiones y rechazos, ya cansada de lo mismo de siempre, María Paula se da por vencida, no quería saber nada que tuviera que ver con chicos. Se comenzó a preocupar más por ella que por cualquier otra cosa, tanto que se aprendió a querer como nunca antes lo había hecho. Justo en ese punto de su vida, cuando ya no había inseguridades ni preocupaciones, llega él, en el lugar menos esperado, siendo mucho más de lo que siempre había idealizado, pero que pensó que no existía en un mundo tan dañado como este.
Juan Pablo, llegó sin avisar, sin planearlo y sin conocerla. Simplemente un día como cualquier otro, el destino los puso frente a frente.
Un vaso de capuchino volteado sobre la ropa, un desagradable pedazo de pizza y un nuevo pedido. Sólo tres motivos fueron necesarios, para que encajaran como piezas perfectas.
Pero... ¿Todo sería tan sencillo como parece?