Había en un inicio un príncipe llamado Vegeta, este comenzó su vida como el heredero de una de las razas guerreras más poderosas, era una persona fuerte, valiente, pero con un carácter que pocos se atrevían a tolerar. Este fue un niño muy peculiar desde su nacimiento al mostrar una aptitud privilegiada para el combate. Su padre no dudo en alentar sus talentos, como tampoco dudo en entregarlo al ejército de un villano.Pero ahora ese villano estaba muerto y no por su propia mano, ahora se encontraba en terreno desconocido. Se encontraba en la tierra, más específicamente en la Corporación Cápsula, viviendo junto a la familia Briefs.
Pero por más que trataba de continuar con su preparación, su concentración se veía disminuida día con día, la culpable de este desfase no era otra sino la hija de los dueños de la corporación: Bulma.
El heredero de la corona deberá apurarse y elegir una compañera al trono, de lo contrario, tendrá que enfrentarse ante la furia de su padre, el Rey Vegeta.
-¡Hazte a un lado Table, deja que yo me encargue de esta insulsa mujer!- gruñó molesto él.
''Sin duda alguna él era opuesto a su hermano, aunque fuera más guapo y más fuerte no dejaba de ser un arrogante... y eso sin contar a la bruja de su madre, ¿cómo me meti en esta farsa?'' pensó la prometida del príncipe Vegeta, la científica Bulma Brief.