Los ojos. Las ventanas por donde vemos el mundo. Donde la vista nos engancha con algo o alguien. El lugar donde los grifos de la tristeza se abren. Incluso ahí se halla la prueba palpable del amor de alguien. Sin embargo, hasta el reflejo en las pupilas estaba controlado. La monotonía era lo que brillaba en la mirada de todos. Así se procuraba la perfección en el 2112. Una civilización ideal. Ni un parpadeo fuera de lugar. Al menos hasta ese día. Un ligero cambio de enfoque, un parpadeo continuo y un gallo en el sistema dejó ver a Cristal lo imperceptible a los ojos. ¿Qué se esconde tras el control de la caída de una hoja? El descubrirlo será la principal tarea de Cristal Olsen.All Rights Reserved
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