Lo mire extasiada por la confrontación de su mirada. Esta tenia un brillo oscuro.
¿Entienden? Sus ojos brillaban pero a la vez se veian oscuros, opacando el verde de su mirada.
Las piernas me temblaban, creía que en cualquier momento estas flaquearian como mi corazón, y me caeria. Habia quedado anonadada por sus palabras y por su propuesta.
-¿Es que acaso es algun tipo de broma, esas sin gracias que tiendes a hacer?- pregunte a pesar que no me salia la voz, estabamos tan cerca.
Si tan solo inclinará mis caderas hacia delante....
Dios santo, no sabria que sucederia.
O tal vez si.
-¿De verdad crees que estoy bromeando?- me susurro sobre los labios, provocandome- Lo que dije es una completa verdad, tan verdadera como que me vuelves loco con cada paso que das.
Elena, dejame ser tu lienzo esta noche. Y no importa que se acaben las pinturas, siempre podremos improvisar.
Creeanme, jamas me sentí tan inspirada de tomar mis pinceles, que en ese momento.
Freen era una omega bastante rara para la personas aquellas decían que era un poco más alta para ser una omega otros que podría dar miedo si te miraba y algunas personas solo quedaban enamorada de verla aunque para Freen todo era normal pues siempre era amable y nunca se enojaba atenta con sus seres queridos era la chica perfecta como sus padres solían decir.
Becky una pequeña omega tan hermosa como la primera nevada era una chica responsable y cuidadosa con todo lo que hacía vive esperando a que aquella omega aparezca una vez más a su vida pues recuerda que alguien la salvó cuando era pequeña más no recuerda su rostro así que vive con la ilusión de que algún día aparecerá.
Pero ¿Qué pasaría si la persona que espera aparece en último año de universidad? ¿La reconocerá?