Shun ha regresado a la Mansión Kido, pero no lo ha hecho solo. Carga un gran peso en sus hombros y una gran culpa en su corazón, por romper un corazón con su partida, por marcar el destino de su amado y por traicionar sus principios y lealtades. Todo por seguir un amor dañino, un amor que lo llevaría a su destrucción y un heredero del inframundo.