- ¡Hablaste! - comenzó a dar saltitos emocionada sobre el asiento - tu voz es muy bonita, deberías hablar más seguido. Peter río por la reacción de la chica. Hace casi dos años que el había dejado de, siquiera intentar, pronunciar una palabra, se sentía muy raro el hecho de volver a escuchar su propia voz; pero si ella iba a sonreír así cada vez que él hablara, tal vez podría hacerlo más seguido. [2 capítulos únicamente, un poco más largos de lo que normalmente escribo.]