Claudia lleva una vida perfecta, tiene el trabajo perfecto, el prometido perfecto, la imagen perfecta. Viste colores pastel, acuerda en todo con su madre y no da problemas. A los 26 años su vida está resuelta. David tiene algo a lo que pobremente puede llamar vida, no estudia, no trabaja, no le preocupa comer o dormir. A los 17 años sólo tiene a las drogas, las que tarde o temprano acabarán con lo poco que queda de él. Cuando todo parece perfecto... Cuando todo parece perdido... Lo encuentra a él... La encuentra a ella... Y ambos mundos se dan la vuelta A veces la luz puede ser el inicio de la oscuridad... A veces la oscuridad es la antesala de la luz... ¿Qué pasará con el destino de almas tan distintas y a la vez tan similares? Y la pregunta más importante ¿Cambiarías todo lo que crees que eres por un amor condenado al fracaso?All Rights Reserved
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