¿Porque ese día me emocionaba la idea de la llegada de las chicas? No era la primera vez que venían a mi casa dos idols asiáticas. Ya habían venido tanto de Japón como de Corea, hasta me gustaría casarme con una de ellas, no una de las que van a venir, pero si una que roba mi corazón, una que la considero la dueña de mis sentimientos más profundos, la que roba mis suspiros día con día, mi último pensamiento antes de dormir.Todos los derechos reservados