¡Ah! ¡Que bello el San Valentín! La gente se pasa con sus novios por las calles a besarse públicamente, ¡Que bonito es el amor! ¡Y que asco da! No hablemos de los novios que vienen a compartir chupetas o a tomar del mismo vasito de Coca Cola, hablemos de esas personas que se encierran en su cuarto debajo de sus sábanas a ver vídeos de coreanitos y ser otakus. Ahí vienen nuestros protagonistas; Fumus y Elux. Que después de llorar por no tener pareja van a comprarse un helado y comerselos probablemente al lado de su primo de 10 años que también tiene novia, pero ellos tienen un encuentro romántico, no como el lector de esta historia que todavía no se baña. Sus ojos se cruzaron y "¡EY, TUMBASTE MI HELADO ESTÚPIDO IDIOTA!" La mágia llegó.