Desde tiempos inmemorables, todo miembro en la familia Helzinger tiene por compañía un gato y en el caso de Alexandre Enjolras Helzinger, es un gato angora, de nombre Robespierre que llegó a su vida a los once años para acompañarle incluso cuando la rebelión hacía su llamado. Acompaña a este felino a lo largo de su vida, hasta convertirse en el líder de la manada y protector de sus cachorros reboltosos en la ciudad de París... según él.